Muchas mujeres comienzan con alguno de los proveedores que figuran a continuación. Según su cobertura de seguro médico, puede necesitar una remisión para consultar a ciertos proveedores. Para obtener información específica, comuníquese con su plan de seguro.

Obstetra/Ginecólogo

Los obstetras/ginecólogos se concentran en la salud reproductiva y sexual femenina y son una buena fuente de información en relación con síntomas como periodos de sangrado abundante. Pueden ser buenos especialistas para consultar si algunos de sus síntomas son periodos con sangrado abundante o hemorragia excesiva luego de un parto o aborto espontáneo.

Médico de Atención Primaria o Pediatra

Los médicos de atención primaria ofrecen atención preventiva y diagnósticos básicos de enfermedades comunes. También se los conoce como médicos internistas y médicos de familia. Para los niños y las adolescentes, el equivalente sería un pediatra. Encuentre más información sobre estas clases diferentes de proveedores.

Proveedores de atención médica en campus universitarios

Si se encuentra en la universidad, sepa que muchos campus universitarios tienen un centro de salud con diferentes proveedores de atención médica (como internistas u obstetras y ginecólogos) para los estudiantes. Otros campus, que no ofrecen clínicas propias, suelen tener un equipo de servicios de atención médica para estudiantes que pueden asistirle para determinar sus opciones de proveedores locales disponibles.

Aquí figuran algunos aspectos a tener en cuenta al elegir a un proveedor:

• ¿Cuánto tiempo hace que practica la medicina?
• ¿Dónde recibió su educación?
• ¿Ha sido autorizado por el Consejo Médico para ejercer la medicina?
• ¿Este proveedor ha diagnosticado o tratado a otras mujeres con síntomas de hemorragia?
• ¿Se siente cómoda con ese médico para hacerle incluso las preguntas más privadas?
• ¿Los horarios del consultorio le resultan convenientes?
• ¿El consultorio está ubicado cerca de su casa, escuela o trabajo?
• ¿Este proveedor acepta nuevos pacientes?
• ¿Su seguro cubre a este proveedor?

Muchas mujeres encuentran un proveedor al comunicarse con su compañía de seguros o al recibir recomendaciones de amigas, familiares o compañeras de trabajo.

A través de su seguro

Debido a la importancia de asegurarse de que su seguro cubra al proveedor de su elección, suele ser más simple buscar un proveedor directamente a través de su compañía aseguradora. Puede hacer esto al llamar al número que figura en su tarjeta de seguro. La mayoría de las compañías aseguradoras tienen listas de los proveedores cubiertos por su plan en sus sitios web. Asegúrese de comprender su plan de seguro específico y pregunte por todos los costos relacionados que pueda conllevar la consulta a un proveedor determinado (primas, copagos, deducibles, coaseguro y cobertura dentro de la red frente a cobertura fuera de la red).

A través de recomendaciones

Si bien puede ser útil recibir información sobre médicos de gente que usted conoce, asegúrese de que ese proveedor esté cubierto por su seguro y de que satisfaga todas sus necesidades específicas.

Antes de concertar una consulta o visitar a su médico, es importante que averigüe qué cubre y qué no cubre su seguro. Una vez que visite al médico y sepa más sobre los posibles análisis de laboratorio o remisiones que puedan ser necesarios, es posible que deba volver a consultar con su compañía aseguradora para confirmar la cobertura. Aquí figuran algunas preguntas que puede hacerle a su aseguradora:

• ¿El proveedor de atención médica se encuentra en la red?
• ¿Necesito una remisión para ver a un especialista (p. ej., a un hematólogo)?
• ¿Qué servicios o análisis de laboratorio requieren una autorización previa?
• ¿Mis recetas tendrán cobertura?

Antes de visitar al médico, puede ser útil llevar un diario de salud durante un mes o dos con las respuestas a las preguntas que aparecen a continuación.  Esto los ayudará a usted y a su proveedor de atención médica a determinar qué pasos se deben seguir.

• ¿Cuándo comenzaron sus síntomas?
• ¿Qué provocó estos síntomas?
• Tome nota de su nivel de energía. ¿Cuándo fue elevado? ¿Cuándo fue bajo?
• ¿Qué edad tenía cuando tuvo su primer periodo menstrual?
• ¿Cuántos días trascurren entre el comienzo de un periodo y el comienzo del siguiente?
• ¿Cuántos días dura su periodo?
• ¿Durante cuántos días considera que su periodo es intenso?
• ¿Con qué frecuencia debe cambiar sus toallas sanitarias o tampones?
• ¿Debe duplicar la cantidad de toallas o tampones que utiliza, en especial por la noche?
• ¿Siente dolor durante sus periodos? ¿Qué alivia el dolor? ¿Qué incrementa el dolor?
• ¿Sus síntomas interfieren con su vida cotidiana?
• ¿Toma medicamentos prescritos o no prescritos?

Su médico puede pedirle que haga un seguimiento de su flujo menstrual (su periodo). Es una buena idea hacer un seguimiento de su flujo menstrual incluso antes de la visita al médico. El seguimiento puede hacerse con facilidad utilizando el cuadro que aparece a continuación. Complételo y recuerde llevarlo con usted a su visita con el médico. El cuadro tiene espacio para diez días, pero es mejor hacer un seguimiento durante 30 días o un mes para que su médico pueda hacerse una idea más precisa de su hemorragia. Este cuadro la ayudará a hacer el seguimiento de sus periodos.

Estar preparada para la visita al médico también implica ir con una lista de preguntas acerca de los síntomas y cómo tratarlos. Si bien debe asegurarse de pensar sus propias preguntas, aquí figura una lista de preguntas útiles para que use como guía:

• ¿Se harán estudios de diagnóstico? En ese caso, ¿Cuáles? ¿Cuándo recibiría los resultados?
• En caso de que se hagan análisis de laboratorio, ¿Qué laboratorio se utiliza? ¿Cómo puedo saber si mi seguro cubre ese laboratorio?
• ¿Cómo puedo tratar el dolor o síntomas mientras espero el diagnóstico?
• ¿Debo ver a un especialista para que me haga estudios y me dé un diagnóstico?
• ¿Qué sucede si mis estudios de laboratorio no indican nada?

¿Qué es normal?

• Los periodos (menstruación) suelen durar entre 4 y 5 días, pero se consideran normales los periodos que duran entre 2 y 7 días.
• Los periodos normales suceden en promedio cada 28 días. Si transcurren entre 21 y 35 días entre un periodo y otro, también se considera algo normal. Debería poder utilizar cada toalla sanitaria o tampón durante más de una hora, incluso en los días de mayor intensidad de sangrado.

¿Qué es anormal?

Los sangrados menstruales que duran más de 7 días se consideran abundantes, y eso se llama menorragia. Puede ser difícil darse cuenta si tiene hemorragias abundantes porque tal vez se haya acostumbrado. O tal vez su madre u otras mujeres en su familia le dijeron que es normal tener hemorragias abundantes. Sin embargo, es posible que padezca menorragia si experimenta alguno de los síntomas siguientes:

• Utiliza más de una toalla sanitaria o tampón por hora.
• Necesita utilizar a la vez una toalla sanitaria y un tampón debido a la intensidad del sangrado.
• Debe cambiar las toallas sanitarias o tampones más de una vez durante la noche.
• Con frecuencia, su flujo menstrual contiene coágulos del tamaño de una moneda de 25 centavos o mayores.
• Su flujo menstrual es tan abundante que le impide hacer sus actividades normales, como ir al trabajo o a la escuela.

Los periodos con sangrado abundante pueden ser molestos y a veces pueden interferir con las actividades que disfruta. Pero no permita que afecten su calidad de vida. Hasta que pueda consultar a su médico, aquí tiene algunos consejos útiles para hacer frente a los periodos de sangrado abundante.

Hemorragia intensa:

• Utilice toallas sanitarias diseñadas para el flujo menstrual abundante y que tengan alas.
• Lleve con usted tampones, toallas sanitarias y ropa interior extra durante los “días intensos” de su periodo.
• Pruebe las copas menstruales reutilizables que están disponibles en muchas farmacias. Son capaces de contener tres veces más sangre que los tampones súper.
• Evite utilizar ropa blanca o de colores claros durante su periodo.
• Use una camisa larga o lleve con usted un suéter o sudadera para atar alrededor de la cintura si la sangre pasa a la ropa.

Calambres:

• Utilice una almohadilla térmica descartable que pueda llevarse debajo de la ropa.
• No tome aspirinas ni AINE (medicamentos antiinflamatorios no esteroideos), ya que pueden aumentar la hemorragia. Si sufre calambres o dolor de espalda, una opción más segura para aliviar el dolor puede ser el acetaminofén. Hable con su médico para encontrar el mejor medicamento para usted.
• Disminuya o evite la ingesta de sal, cafeína y alcohol.
• Intente utilizar una botella de agua caliente o una almohadilla térmica.
• Beba mucha agua.
• Intente relajarse y dormir el tiempo adecuado.
• Llevar una dieta baja en grasas y alta en fibras puede ayudar a disminuir los calambres.

Dolor:

Durante el periodo menstrual, muchas mujeres con trastornos hemorrágicos sienten un dolor más fuerte que los calambres normales. Esto se llama dismenorrea. Algunas mujeres también sienten dolor en la mitad del ciclo, entre periodos en el momento en que uno de los ovarios libera un óvulo. Si tiene dolor excesivo durante o entre sus periodos, consulte a su médico.

Es posible que los periodos con sangrado abundante tengan otras causas aparte de un trastorno hemorrágico. Otras causas posibles incluyen las siguientes:

• Adenomiosis: presencia de recubrimiento interior uterino en la pared muscular del útero.
• Quiste: bolsa benigna en la pared del ovario o del útero que contiene sangre, fluido u otra sustancia.
• Embarazo ectópico: embarazo potencialmente mortal en el que el bebé se desarrolla fuera del útero.
• Hiperplasia endometrial: crecimiento excesivo del recubrimiento interior del útero.
• Endometriosis: presencia de recubrimiento interior uterino (endometrio) fuera del útero.
• Fibromas: tumores benignos en el útero.
• Pólipos: tumores benignos con pedículos en el endometrio.

Los periodos de sangrado abundante también pueden producirse por desequilibrios hormonales y otras afecciones, entre las que se incluyen las siguientes:

• Cambios en los niveles de estrógeno o progesterona.
• Complicaciones debido a anticonceptivos hormonales (píldoras anticonceptivas, parches, anillos, inyecciones, dispositivos intrauterinos).
• Hipertiroidismo (glándula tiroidea hiperactiva).
• Medicamentos anticoagulantes.

También puede conseguir más información sobre salud femenina y sobre cómo conseguir atención médica a través de los siguientes recursos:

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), Salud Femenina

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Sangrado Menstrual Abundante